Cuando trabajamos en soldadura es necesario protegernos el cuerpo. El calor del soplete, las proyecciones y las radiaciones y gases emitidos por los electrodos, podrían afectar a las manos, la cara, los ojos.
Las radiaciones o luces que se generan son especialmente perjudiciales para la vista.
Cada tipo de rayo produce diferentes efectos:
- Los infrarrojos tienen efectos térmicos. Penetran en la capa más externa de la piel, y calientan de manera superficial. El ojo tiene mecanismos de protección contra estos rayos, pero en exposiciones prolongadas pueden producir eritemas, lesiones de córnea, quemaduras u opacidades.
- La luz UV del arco, que es invisible, puede provocar en el soldador “destello de arco”, incluso en una exposición corta. Los síntomas suelen darse muchas horas después de la exposición a la luz ultraviolada y pueden ser: sensación de arena en los ojos, visión borrosa, dolor intenso, lagrimeo, sensación de quemadura y dolor de cabeza.